Silvia Chacón Ramírez
Eleonora Badilla Saxe
Víctor Hugo el gran escritor y poeta, máximo exponente del Romanticismo francés, quien firmó obras trascendentales como “Los Miserables” y pronosticó una futura unidad de Europa dijo: “No hay nada más poderoso que una idea a la que le ha llegado su hora”.
La hora de la Docencia en la Universidad de Costa Rica (y, esperamos que para toda la institucionalidad del país) llegó este martes 6 de julio de 2022, cuando la Asamblea Colegiada Representativa aprobó con un 91% (336 votos a favor) la propuesta que hicimos hace 8 años durante el VII Congreso Universitario celebrado en 2014, para explicitar la docencia en el Estatuto Orgánico de la institución. El tema del VII Congreso Universitario Universidad pública y sociedad: Reformas en la estructura organizativa y en el quehacer académico, pasó a la historia como el congreso con la mayor participación, el mayor número de ponencias presentadas y dictámenes aprobados.
Nuestra propuesta, buscaba visibilizar, en el Estatuto Orgánico de la institución una de las acciones sustantivas de la universidad: la Docencia. El Estatuto Orgánico de una universidad es el cuerpo normativo de más alto rango, mismo que regula su estructura y funcionamiento; es análogo Constitución Política de un país. Por otra parte, las funciones sustantivas de esta universidad son la Docencia, la Investigación y la Acción Social, por lo que resultaba muy contradictorio que en su cuerpo normativo, una de ella: la docencia, estuviera invisibilizada.
Contradictorio sí, pero no sorprendente. Desde la fundación de una de las primeras universidades de occidente en 1088, la Universidad de Bolonia, Italia, la misión institucional se conceptualizó como la transmisión de información por lo que la principal acción sustantiva era la enseñanza.
Con el transcurrir de la historia y los aportes de la pedagogía, la andragogía, la psicología y recientemente, las neurociencias, el aprendizaje humano fue adquiriendo relevancia; el compromiso activo de quien aprende se comprendió imprescindible, y el acompañamiento vital de quien orienta el proceso, trascendió la enseñanza para ampliar su espectro de acción a la docencia. La docencia, implica mucho más que la transmisión de información. Aunque muchas definiciones equiparan docencia con enseñanza, la verdad es que hay diferencias fundamentales. En su acepción más amplia docente es quien forma apropiadamente a alguien. Allí, en formar apropiadamente, está la no tan sutil diferencia. La enseñanza está ligada a la información y a quien la posee; la docencia, se dirige a otra persona, a quien se forma apropiadamente.
En las tendencias más recientes, formar apropiadamente implica, en términos generales, permitir que el aprendiente tome conciencia y responsabilidad de su proceso; que el proceso incluya pero trascienda la sola transmisión de información; que se aproveche el potencial inédito de las nuevas tecnologías digitales y que los contenidos contengan, además de temas disciplinares, valores, destrezas y habilidades blandas.
En este contexto el rol docente, imprescindible como siempre y como nunca, adquirió nuevas dimensiones, que a su vez, trasciende el dominio del conocimiento disciplinar para transmitir, para incorporar saberes pedagógicos y condiciones personales particulares.
Así pues, una nueva concepción de la docencia fue incorporándose en las instituciones educativas de todos los niveles, en ocasiones como respuesta a las demandas externas; a veces para atender las nuevas necesidades de los aprendientes y en general, para buscar mejorar cada vez más una de las acciones sustantivas de la institución.
Durante los años recientes, algunas acciones se fueron dando con el propósito de actualizar la docencia, algunas de las más visibles que reconocemos son: la Cátedra U para la Transdisciplinariedad, Complejidad y Ecoformación; el apoyo a la docencia con tecnologías digitales (METICS); el programa radial Lenguajeos: creatividad e innovación en la docencia; el impulso a la formación y evaluación docente (RIFED); programas de licenciatura y maestría en Docencia (DEDUN); reconocimiento a la diversidad de la docencia (Docencia Multiversa).
Pero era importante que que este tránsito de la docencia en la práctica, debía tener asidero y visibilidad en en el cuerpo normativo de más alto rango por lo que la contundente aprobación de la inclusión de la docencia, en su acepción actualizada y propia del siglo XXI, por parte de la Asamblea Colegiada Representativa en el Estatuto Orgánico de la Universidad de Costa Rica habla alto en cuanto a que a la Docencia le llegó su hora.
Publicado en https://www.larevista.cr/eleonora-badilla-saxe-y-silvia-chacon-ramirez-la-hora-de-la-docencia/